Nos encontramos para crecer en la interacción con el otro, este es uno de los fundamentos de la Corporación. Durante diciembre y enero, pudimos reflexionar sobre las experiencias, aprendizajes, aciertos y sinsabores de nuestro trabajo en campo.
La sensación que nos queda de lo vivido en estos últimos años es de gratitud por la acogida, afecto y respeto con el que nos han recibido las comunidades; humildad profunda frente al infinito conocimiento ancestral y del territorio que cada uno de sus habitantes, sin distinción de edad o condición, comparte con nosotros desde lo cotidiano; y satisfacción al reconocer que gracias al cariño y la confianza de las comunidades, podemos seguir acompañándolos, para “encontrarnos” y juntos seguir construyendo. Por muchos años más de aprendizaje y crecimiento compartidos.