Es lindo poder ver lo que somos como comunidad y la riqueza que se tiene cada día frente a los ojos; pero es mucho más valioso ver como los niños y niñas son capaces de identificar en medio de tanta exuberancia y con una mirada crítica, lo que hay que hacer para mejorar las condiciones de vida del territorio a partir de identificar las debilidades como potencialidades.
El ejercicio de mirar desde el futuro la situación actual, ya sea como persona o como territorio, nos da herramientas para encaminarnos hacia ese lugar que tenemos identificado en prospectiva como de mayor bienestar. Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que venimos acompañando en el municipio de Ayapel tienen un pensamiento crítico que les muestra que en sus manos está la capacidad de movilizar su territorio para la búsqueda de un mejor ser y estar como sociedad.
Tres lugares específicos guiaron este ejercicio: el medio ambiente, la escuela y el hogar. Su conclusión es que el respeto, el amor, la comunicación y el buen trato son necesarios para esta transformación.